Fabricación sostenible – 8 buenas prácticas para las PYME

En el panorama industrial actual, en rápida evolución, la fabricación sostenible se ha convertido en un aspecto fundamental para las empresas que pretenden reducir su impacto ambiental sin perder viabilidad económica. Este enfoque favorece el equilibrio ecológico al tiempo que mejora la eficiencia operativa y la reputación de la marca. En este artículo, profundizamos en los aspectos fundamentales de la fabricación sostenible y exploramos sus ventajas y retos.

¿Qué es la fabricación sostenible?

La fabricación sostenible se refiere a abordar y reducir el impacto medioambiental global de las operaciones de fabricación. En las últimas décadas han surgido varias áreas principales que definen la sostenibilidad en las prácticas de fabricación. Entre ellas se incluyen el consumo de energía y el uso de energías limpias, el reciclaje y la reutilización en la gestión de residuos, la reducción de emisiones, los ciclos de vida más limpios de los productos, las iniciativas de economía circular, etc. La sostenibilidad en la fabricación también implica la adopción de materiales ecológicos, la reducción del uso de materias primas y el aumento de la seguridad de los empleados, las comunidades y los productos.

El desarrollo sostenible como tal no se limita a reducir los daños medioambientales, sino que también aborda las esferas social, económica, política y cultural. La fabricación sostenible es una parte esencial de este incentivo global para reinventar el desarrollo económico y social.

Un buen ejemplo de ello son los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU –17 prioridades mundiales que van desde lograr la seguridad alimentaria y una educación accesible hasta reformar los patrones de consumo y luchar contra el cambio climático. Varios de los objetivos de la ONU están relacionados con la fabricación sostenible. Por ejemplo, el objetivo 9 hace hincapié en “Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación”, y el objetivo 12 en “Garantizar pautas de consumo y producción sostenibles”.

Los objetivos de sostenibilidad pueden aplicarse a distintos niveles organizativos, desde la legislación y los mercados hasta los enfoques de gestión o de equipo. Por ejemplo, a nivel institucional, el Sistema de Gestión Medioambiental ISO 14001 ayuda a las empresas a alinearse con las mejores prácticas medioambientales reconocidas a nivel mundial. A nivel de equipo, puede ponerse en marcha una iniciativa de Equipo Verde en una planta de fabricación, en la que empleados de varios departamentos formen equipos para trabajar juntos en la identificación y ejecución de proyectos de sostenibilidad como la realización de auditorías energéticas o la organización del reciclaje.

Alinear rentabilidad y sostenibilidad

Las empresas sostenibles buscan la rentabilidad tanto como las convencionales. La diferencia clave es que las “empresas verdes” optan por considerar una gama más amplia de factores económicos y medioambientales para alcanzar sus objetivos empresariales.

Mientras que la rentabilidad y la sostenibilidad han sido opuestas en el pasado, la sostenibilidad se ha convertido en una expectativa estándar en muchos mercados globales. La normativa, los intereses de las partes interesadas, las oportunidades de inversión y las preferencias de los consumidores están cambiando rápidamente hacia la sostenibilidad. Como resultado, la inversión en prácticas sostenibles y la reducción de la huella de carbono de las operaciones se están convirtiendo en las principales prioridades en un número cada vez mayor de sectores de la fabricación.

Las prácticas sostenibles también hacen que las empresas sean más resistentes a los riesgos medioambientales y a las interrupciones de la cadena de suministro. Al reducir la dependencia de recursos no renovables, por ejemplo, las empresas pueden mitigar en parte el impacto de la fluctuación de los precios de las materias primas. La sostenibilidad también fomenta la innovación, estimulando el desarrollo de nuevas tecnologías y procesos que pueden abrir nuevas fuentes de ingresos y mercados.

El cambio hacia modelos empresariales ecológicos en la industria de la fabricación es un movimiento práctico para alinear la rentabilidad con la sostenibilidad. A medida que el mundo adopta cada vez más iniciativas ecológicas, es probable que las empresas que adoptan la sostenibilidad lideren el mercado, obteniendo ventajas competitivas en el camino.

Los principios básicos de la fabricación sostenible

La fabricación sostenible implica varios principios que ayudan a reducir el impacto medioambiental y a mejorar la eficiencia a lo largo del proceso. Estos son los principios básicos.

Eficiencia energética y emisiones

La eficiencia energética es un elemento fundamental de la fabricación sostenible. Los incentivos se centran principalmente en el uso de maquinaria y equipos más eficientes para reducir el consumo total de energía y en la implementación de sistemas de gestión energética para controlar y optimizar el uso de la energía. La red local y la gestión autónoma de la energía son vías prometedoras para impulsar la eficiencia y reducir los costos energéticos. Otra tendencia destacada es el abandono de los combustibles fósiles en favor de las fuentes de energía renovables, lo que reduce las emisiones de carbono y simplifica el cumplimiento de la normativa.

Abordar las emisiones es un aspecto igualmente crucial de la fabricación ecológica. Una medición y notificación precisas de las emisiones ayuda a las empresas a identificar áreas clave para reducir su huella de carbono y aplicar estrategias específicas para impulsar aún más la eficiencia energética. Por ejemplo, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) recomienda establecer inventarios de GEI (Gases de Efecto Invernadero) para ayudar a diferenciar las fuentes de emisiones y aplicar estrategias de mitigación.

Gestión de residuos

La reducción de residuos y la optimización del uso de materias primas se encuentran entre las formas más impactantes de aumentar la sostenibilidad en la fabricación. Los principios de fabricación ajustada pueden minimizar todo tipo de producción de residuos en las distintas fases del proceso de fabricación. Además, el establecimiento de sistemas para reciclar y reutilizar materiales y componentes siempre que sea posible reduce el uso de materias primas al tiempo que adapta la operación a los incentivos de reducción de residuos.

Además, es crucial invertir en I+D (investigación y desarrollo) para desarrollar o adoptar materiales ecológicos y aplicar medidas de control de la contaminación. Estas medidas pueden reducir significativamente la generación de residuos y garantizar el cumplimiento de la normativa medioambiental. Al centrarse en soluciones de envasado sostenibles y reducir los plásticos de un solo uso, los fabricantes también contribuyen a la conservación del medio ambiente al tiempo que mejoran la eficiencia operativa, la rentabilidad y la adaptación a las expectativas de los clientes.

Gestión sostenible de la cadena de suministro

Evaluar a los proveedores en función de sus prácticas medioambientales y elegir socios que den prioridad a la sostenibilidad garantiza que toda la cadena de suministro apoye prácticas sostenibles. Abastecerse de materiales a nivel local reduce las emisiones del transporte y apoya a las economías locales, al tiempo que suele aumentar la resiliencia gracias a cadenas de suministro más cortas.

La implementación de sistemas de seguimiento de la producción para garantizar la transparencia y la trazabilidad a lo largo de toda la cadena de suministro permite, además, un mejor control del impacto medioambiental, lo que fomenta la sostenibilidad al tiempo que contribuye a aumentar la resiliencia de la cadena de suministro.

Ciclo de vida circular del producto

Diseñar productos sostenibles con una vida útil más larga reduce la frecuencia de sustitución y los residuos resultantes. Planificar el final del ciclo de vida de un producto diseñándolo para su desmontaje, reciclado o reutilización minimiza los residuos y maximiza el aprovechamiento de los recursos. Adoptar los principios de la economía circular, en la que los materiales se reintroducen continuamente en la cadena de suministro, reduce la necesidad de utilizar recursos nuevos.

Los materiales respetuosos con el medio ambiente, biodegradables o reciclables ayudan a reducir el impacto medioambiental negativo de los productos. Al incorporar la sostenibilidad al proceso de diseño del producto, se tiene en cuenta el impacto ecológico de las mercancías fabricadas a lo largo de todo su ciclo de vida, desde la extracción de las materias primas hasta su eliminación.

Procesos de fabricación optimizados

Mejorar continuamente los procesos de fabricación para tener en cuenta también los objetivos de sostenibilidad aumenta la eficiencia de la producción al tiempo que reduce el consumo de recursos y minimiza los residuos. Por ejemplo, invertir en automatización y tecnologías de fabricación avanzadas aumenta la precisión, reduce los errores manuales y optimiza el uso de recursos al mismo tiempo.

Además, la adopción de enfoques basados en datos, como el mantenimiento predictivo o la supervisión en tiempo real, puede mejorar significativamente la fiabilidad de los procesos y reducir el tiempo de inactividad. Utilizando dispositivos IoT y análisis basados en inteligencia artificial, los fabricantes pueden anticiparse a los fallos de los equipos antes de que se produzcan, evitando costosas interrupciones y garantizando que la maquinaria funcione con la máxima eficiencia.

Principales retos para aumentar la sostenibilidad de las PYME de fabricación

A pesar de los complejos esfuerzos por abordar la sostenibilidad en la fabricación, los fabricantes, especialmente las pequeñas y medianas empresas (PYME), se enfrentan a numerosos retos cuando se esfuerzan por aumentar la sostenibilidad. Éstos retos van desde las restricciones financieras y las limitaciones tecnológicas hasta la falta de incentivos locales y el cumplimiento de la normativa. Repasemos algunos de los principales retos a los que se enfrentan las pequeñas y medianas empresas de fabricación para conseguir unas prácticas de fabricación más sostenibles.

Limitaciones financieras

Uno de los retos más importantes para las PYME a la hora de adoptar prácticas sostenibles es la carga financiera. La transición a tecnologías más ecológicas suele requerir importantes inversiones iniciales, que pueden resultar excesivas para las empresas más pequeñas con un capital limitado. Esto incluye los costos asociados a la compra de equipos energéticamente eficientes, la integración de sistemas de energías renovables y la implementación de tecnologías de reducción de residuos. Aunque el ahorro y la eficiencia a largo plazo son una ventaja, los costos iniciales pueden disuadir a las empresas de realizar los cambios necesarios. Garantizar la financiación necesaria para realizar estas inversiones puede ser un reto debido al acceso limitado a los recursos financieros y a las oportunidades de inversión.

Otro factor limitante es que el retorno de la inversión (ROI) en prácticas sostenibles puede no ser inmediato, lo que hace más difícil que las empresas más pequeñas justifiquen el gasto. Las PYME suelen operar con márgenes de beneficio ajustados y objetivos financieros a corto plazo, lo que complica la asignación de fondos a proyectos que no ofrecen un retorno rápido. A esto se añade la necesidad de inversiones continuas en mantenimiento, capacitación y mejora continua para mantener los beneficios de las prácticas sostenibles.

Barreras tecnológicas

La implementación de tecnologías avanzadas que favorezcan la sostenibilidad, como la maquinaria de bajo consumo energético, automatización de la fabricación y los sistemas de energías renovables, puede ser todo un reto. A menudo, las PYME carecen de la infraestructura tecnológica y los conocimientos necesarios para integrar estas soluciones con eficacia. El rápido ritmo de los avances tecnológicos exige una inversión continua tanto en equipos como en capacitación, lo que puede resultar desalentador para las empresas más pequeñas.

Además, el costo inicial de la compra y la implementación de nuevas tecnologías puede ser excesivamente elevado, y el proceso de integración puede perturbar las operaciones existentes. Las empresas también pueden tener dificultades para encontrar proveedores y socios fiables que puedan proporcionar la tecnología y el apoyo necesarios. Esta carencia suele obstaculizar la capacidad de los pequeños fabricantes para competir con empresas más grandes que disponen de más recursos para invertir en soluciones de vanguardia.

Cumplimiento de la normativa

El panorama normativo del cumplimiento de la normativa medioambiental es complejo y está en constante evolución. Los fabricantes se enfrentan a un sinfín de normativas locales, nacionales e internacionales. Comprender y cumplir estas normativas exige recursos que muchas PYME no pueden asignar, sobre todo porque navegar por la normativa puede resultar engorroso si no se cuenta con equipos dedicados a su cumplimiento.

Además, el incumplimiento de estas normativas puede limitar la libertad de actuación y acarrear sanciones legales, dañando la reputación de la empresa. A las PYME también les puede resultar difícil mantenerse al día de los últimos cambios normativos y aplicar con prontitud los ajustes necesarios. Esta carga normativa se intensifica aún más por la necesidad de cumplir las expectativas de sostenibilidad de las empresas más grandes de su cadena de suministro, que a menudo imponen normas medioambientales estrictas.

Complejidad de la cadena de suministro

Lograr la sostenibilidad no se limita a las prácticas internas, sino que se extiende a toda la cadena de suministro. Los productores a menudo tienen que asegurarse de que sus proveedores también se adhieren a prácticas sostenibles, lo que puede ser difícil de controlar y hacer cumplir. Las pequeñas empresas suelen tener menos influencia sobre los proveedores que las grandes corporaciones. Garantizar la transparencia y la trazabilidad en la cadena de suministro es crucial para la sostenibilidad, pero esto también requiere importantes recursos y coordinación.

Las cadenas de suministro mundiales pueden ser complejas y estar fragmentadas incluso sin objetivos de sostenibilidad, lo que complica la aplicación de prácticas de sostenibilidad coherentes entre proveedores. Las diferencias en las normativas y reglamentos medioambientales de las distintas regiones pueden complicar aún más la aplicación de prácticas uniformes.

Involucrar y capacitar a los empleados

Involucrar a los empleados en las iniciativas de sostenibilidad y proporcionarles la capacitación necesaria es otro obstáculo. Cambiar la cultura organizativa para dar prioridad a la sostenibilidad requiere un esfuerzo concertado y el compromiso de la dirección. Hay que educar a los empleados sobre la importancia de la sostenibilidad y capacitarles en nuevas prácticas y tecnologías, lo que puede llevar mucho tiempo y generar costos adicionales.

Además, mantener el compromiso de los empleados con las iniciativas de sostenibilidad puede ser difícil, sobre todo cuando los beneficios no son visibles de inmediato. Ofrecer capacitación continua y oportunidades de desarrollo es esencial para mantener a los empleados al día de las últimas tendencias y prácticas en materia de sostenibilidad.

Falta de métricas estandarizadas

Por último, otro reto importante a la hora de aumentar la sostenibilidad es la falta de métricas estandarizadas. A diferencia de las métricas financieras bien establecidas, las métricas de sostenibilidad pueden variar mucho, lo que complica la coherencia de los informes. Las métricas estandarizadas son cruciales para evaluar los resultados, fijar objetivos y garantizar la transparencia. Sin ellas, resulta difícil comparar los progresos con los estándares del sector o con los de los homólogos.

La falta de coherencia puede dificultar la comunicación con partes interesadas como inversores, clientes y organismos reguladores, que exigen cada vez más informes de sostenibilidad claros y comparables. A menudo, las PYME tienen dificultades para determinar qué datos deben recopilar, cómo interpretarlos y cómo presentarlos de forma eficaz. Además, la falta de coherencia complica la integración de la sostenibilidad en las estrategias empresariales generales. Este desajuste puede dar lugar a ineficiencias y a la pérdida de oportunidades para mejorar los resultados medioambientales y obtener ventajas competitivas.

Buenas prácticas para la implementación de prácticas de fabricación sostenibles

Implementar con éxito prácticas de fabricación sostenibles requiere un enfoque holístico de la gestión de las operaciones. A continuación presentamos 8 buenas prácticas para guiar a los fabricantes, especialmente a las PYME, en su camino hacia la sostenibilidad.

1. Adoptar una perspectiva a largo plazo

Centrarse en los beneficios a largo plazo es crucial para una fabricación sostenible. Las empresas deben ser proactivas respecto a las oportunidades económicas que se alinean con los objetivos de sostenibilidad. Esto significa mirar más allá de los beneficios financieros inmediatos y considerar el impacto más amplio de las prácticas sostenibles en la eficiencia operativa, la reputación de la marca y el posicionamiento en el mercado.

Ser proactivo implica mantenerse informado sobre las nuevas tendencias y tecnologías en materia de sostenibilidad. Esta postura permite a las empresas adaptarse más rápidamente a las cambiantes demandas del mercado y a los requisitos normativos, garantizando que sigan siendo competitivas y cumpliendo la normativa al tiempo que aprovechan las oportunidades económicas.

2. Consultar a los órganos de gobierno locales y regionales

Comprometerse con las organizaciones de sostenibilidad y otros órganos de gobierno puede proporcionar un valioso apoyo y abrir nuevas posibilidades para las prácticas sostenibles. Al mostrar una actitud proactiva, las empresas obtienen acceso a recursos, incentivos y orientación que de otro modo podrían no estar disponibles. Los programas de las administraciones locales suelen ofrecer incentivos a la eficiencia, subvenciones y otras formas de ayuda a las empresas que se comprometen con iniciativas de sostenibilidad.

La consulta también puede ayudar a las empresas a anticiparse a los cambios normativos y alinear sus prácticas con los objetivos locales de sostenibilidad. Esta colaboración fomenta una relación positiva con los organismos reguladores y la comunidad, mejorando la reputación y facilitando una ejecución más fluida de los proyectos.

3. Gestión medioambiental de proyectos

Invertir en la gestión de proyectos medioambientales es esencial para sortear las complejidades de las iniciativas de sostenibilidad. En función de sus capacidades, los fabricantes deben considerar la posibilidad de contratar a consultores o expertos en cumplimiento normativo para que les ayuden a identificar retos y descubrir oportunidades. Estos profesionales pueden aportar ideas y estrategias valiosas para alcanzar los objetivos de sostenibilidad de forma eficiente y eficaz.

La gestión de proyectos medioambientales garantiza que los proyectos de sostenibilidad estén bien planificados, ejecutados y supervisados. Este enfoque ayuda a las empresas a evitar los errores más comunes y a maximizar los beneficios de sus inversiones en sostenibilidad, fomentando resultados medioambientales y económicos beneficiosos.

4. Sacar provecho de las soluciones existentes

Aumentar la eficiencia de los procesos de producción existentes puede suponer un gran salto hacia la sostenibilidad sin necesidad de grandes inversiones de capital. Por ejemplo, medidas de ahorro de energía relativamente sencillas, como optimizar el uso de los equipos o mejorar las rutinas de mantenimiento, pueden suponer un salto significativo hacia el ahorro de costos y energía. Además, la adopción de principios de fabricación justo a tiempo puede ayudar mucho a reducir los residuos y mejorar la eficiencia general.

Otro ejemplo es el uso de herramientas y programas digitales para racionalizar las operaciones y reducir el consumo de recursos. Muchas soluciones asequibles y escalables, como el software de fabricación basado en la nube pueden ayudar a las PYME a gestionar sus procesos de forma más eficiente y sostenible.

5. Adoptar flujos de trabajo de mejora continua

Las iniciativas de mejora continua (IC) son especialmente beneficiosas para las PYME, ya que se centran en cambios graduales que pueden dar lugar a mejoras significativas con el tiempo. Utilizando metodologías como el Ciclo Planificar-Hacer-Verificar-Actuar (PDCA) ayuda a las empresas a identificar sistemáticamente las áreas de mejora, aplicar los cambios, supervisar los resultados y realizar ajustes continuos.

La adopción de iniciativas de IC fomenta una cultura de optimización constante, lo que permite a las empresas mantenerse proactivas en sus esfuerzos de sostenibilidad. Además de aumentar la eficiencia, también ayuda a garantizar que la sostenibilidad se convierta en parte integral de las operaciones diarias y de la estrategia a largo plazo.

6. Invertir en software de fabricación

Invertir en la eficiencia de la producción es una piedra angular de la fabricación sostenible. La implementación de un sistema de fabricación como un sistema MRP/ERP puede mejorar significativamente la eficiencia y controlar los costos. Soluciones como MRPeasy, diseñadas específicamente para PYME, ofrecen opciones asequibles y escalables para gestionar eficazmente los procesos de inventario, producción y cadena de suministro.

Al optimizar la producción, las empresas pueden reducir los residuos, mejorar la utilización de los recursos y aumentar la eficiencia operativa general. Esta inversión también es rentable desde el punto de vista medioambiental y económico.

7. Incorporar prácticas de sostenibilidad con RRHH

La integración de prácticas de sostenibilidad en recursos humanos es vital para fomentar una cultura de sostenibilidad. Esto incluye capacitar a los empleados en prácticas sostenibles, fomentar la participación en iniciativas de sostenibilidad y alinear las métricas de rendimiento con los objetivos de sostenibilidad. Al hacer de la sostenibilidad parte de la ética de la empresa, es más probable que los empleados se comprometan y contribuyan a los esfuerzos medioambientales.

Promover un lugar de trabajo sostenible también puede atraer nuevos talentos que valoren la responsabilidad medioambiental, lo que mejorará aún más la reputación de la empresa y la satisfacción de sus empleados. Esta alineación garantiza que la sostenibilidad esté integrada en todos los aspectos de la empresa, desde las operaciones hasta la plantilla.

8. Identificar y supervisar los indicadores de rendimiento

La identificación de indicadores clave de rendimiento (KPI) que estén relacionados con la sostenibilidad simplifica el seguimiento del impacto medioambiental de las operaciones junto con la productividad. Los informes transparentes de los indicadores de sostenibilidad aumentan la credibilidad y la responsabilidad, generando confianza entre clientes, inversores y organismos reguladores. También proporciona un marco claro para establecer y alcanzar objetivos de sostenibilidad, impulsando la mejora continua y la innovación en prácticas de fabricación sostenibles. Algunos ejemplos relevantes son:

• La eficacia general de los equipos (OEE) mide la eficiencia de los equipos de fabricación. Al mejorar la OEE, las empresas pueden reducir el tiempo de inactividad y aumentar la eficiencia de la producción, lo que a su vez reduce el consumo de energía y los residuos. La supervisión de la OEE ayuda a identificar las áreas en las que se puede mejorar la eficiencia energética y de los recursos, lo que se traduce en una menor huella medioambiental.
• La rotación de inventario mide la frecuencia con la que se venden y reponen las existencias durante un periodo determinado. Una alta rotación de inventario indica una gestión eficiente del mismo, reduciendo el almacenamiento excesivo y minimizando los residuos. Como tal, la gestión eficiente del inventario ayuda a disminuir el consumo de energía asociado con el almacenamiento y reduce el riesgo de inventario obsoleto.
• La tasa de residuos mide la cantidad de material desperdiciado durante el proceso de producción. Al minimizar los residuos, las empresas reducen el consumo de materias primas y la generación de residuos. Un menor índice de residuos contribuye a unas prácticas de fabricación más sostenibles al ayudar a conservar los recursos naturales.
• Duración del ciclo. La duración del ciclo mide el tiempo que se tarda en completar un ciclo de producción. Los tiempos de ciclo más cortos indican procesos de producción más eficientes, lo que se traduce en un menor consumo de energía y una reducción de las emisiones. Optimizar el tiempo de ciclo también puede mejorar la eficacia de la producción, contribuyendo aún más a los objetivos de sostenibilidad.

Principales aspectos a tener en cuenta

• La fabricación sostenible es el proceso de producir mercancías de forma que se minimice el impacto medioambiental, se conserven la energía y los recursos naturales y se garantice la seguridad de los empleados, las comunidades y los consumidores. Su objetivo es equilibrar la viabilidad económica con la responsabilidad ecológica y el bienestar social.
• Los principios básicos de la sostenibilidad en la fabricación incluyen la eficiencia energética, la gestión de residuos, la gestión sostenible de la cadena de suministro, los ciclos de vida de producción circulares, los procesos de fabricación optimizados y el diseño ecológico de productos.
• Varios retos clave dificultan la aplicación de prácticas sostenibles, entre los que destacan las limitaciones financieras, las barreras tecnológicas y los problemas de cumplimiento de la normativa. La complejidad de la cadena de suministro y la falta de métricas estandarizadas son también obstáculos importantes. Abordar estos retos requiere planificación estratégica, inversión y colaboración en todo el sector.
• Las PYME se enfrentan a retos únicos, ya que la escasez de recursos, la falta de infraestructuras tecnológicas y las dificultades para desenvolverse en entornos normativos complejos dificultan la adopción de prácticas sostenibles por parte de las empresas más pequeñas. Además, las PYME suelen tener menos influencia en sus cadenas de suministro, lo que complica aún más los esfuerzos de sostenibilidad.
• Las mejores prácticas para que las PYME implementen la fabricación sostenible incluyen adoptar una perspectiva a largo plazo, consultar con los órganos de gobierno locales y regionales, invertir en la gestión de proyectos medioambientales, adoptar iniciativas de mejora continua, invertir en un software de fabricación y determinar con precisión las métricas de rendimiento pertinentes.

Preguntas frecuentes

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